Estamos jugando al pillarse
desde lejos allí desde lejos
desde los árboles y las paredes pintadas por nosotros
mastico el silencio amargo que se atora en mi garganta
silencio amargo de colores
droga alucinógena brisa máquina del tiempo espacio
leyendo yo las señales de ese sol suavecito
que caía en el patio
donde todos los otros niños corrían tomados de las manos
menos yo claro
donde se peleaban los perros chicos el pedazo de pan
del niño que llora
mientras perros más grandes legañosos se juntaban en la biblioteca
donde nos daba miedo ir
siempre nos daba miedo
Yo engullía mis mordiscos amargos, decía
parada allí y desaparecía años siglos
desaparecida desde ese lugar
sintiendo como si de algún modo
el dolor que venía luego del miedo fuera
la purificación de los huesos y la película
que tapaba mi piel
de las miradas y de las verdades
aguardando ser descubiertas
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