CAJITA DE MÚSICA (no digas nada, ha muerto David Bowie)


Todo comenzó bien simple: nombrar las palabras que nos parecían hermosas. Dije Penumbra, Alondra, Higuera, Sátiro. Él dijo Luz a través de las persianas, Árboles que florecen de noche, Anita Hartig. Aunque uno no lo busca las palabras se vuelven oraciones, axiomas, teoremas y así las ideas, como un hilo, van sacando las historias desde dentro hacia afuera. Mientras el otro que está a tu lado escucha, te va conociendo. Y así un día, después de sacar óperas y poemas, como que este hilo se quedó trabado. Di un tirón, y con un sonido de rayo, me quedé con mi cajita de música en las manos. Después de eso vino silencio.

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