El Circo Humano
Compré una entrada al Circo Humano
Mi asiento acomodado
última fila allá atrás
codo con codo
junto al que corta los tickets
nada que perder
Y apartados de hambrientos
primates en primera fila
con navajas afiladas
que escupen mucho cuando todo se pone rojo
la alfombra roja
el jet set
el v.i.p.
tus labios rojos después de los besos
Malabaristas que son payadores
de estrofas
e ideas venidas desde la huesera
como un cáliz
en donde tigres y hienas
soplan versos ásperos
Sin embargo las gallinas
oyen quietas
como durmiendo
sobre la vara fecunda
cloquean
ponen huevos dorados
que se sirven en el último desayuno
antes de partir
Del Circo Humano de pronto
los Malabaristas parten desnudos
mientras los patrones de fundo
cobran sus cheques jugosos
de gloria
beben un vino en la ausencia
y se felicitan por ser
ajenos
secos
al triunfo
Nada hay que celebrar
La bailarina come su boa extasiada
y una loca le dice burradas
al ángel que vuela en su columpio
cruzas la calle
sin mirar
arrastras la bolsa
con cuentas
con promesas vencidas
con sentimientos que
te guardaste para ti mismo
Ahí
Entran los payasos
dando empujones
riéndose fuerte
marcando el territorio
que no existe
Un ángel pasa
y pasa un silencio revoloteando
La cuerda se corta
el domador cae azotado
por el cuero negro de un León
Una jirafa huye incendiada
una rata ahogada yace en el tambor
Los monos
guardan
silencio
Y en eso, en ese instante
desde el fondo de la columna
el cordón umbilical que ata con
el centro igneo de la tierra
y que sostiene la carpa del
Circo Humano
algo que primero se asemeja a un ronquido
un retroceder del mar después de un sismo
un rugido estruendoso
como el grito de un orgasmo múltiple
nace desde abajo
con una bocanada previa
sube
hacia la garganta
hacia el tórax
del espectador
que decide
aburrido de la misma
basura
ponerse
suave y silenciosamente de pie
sin aplaudir
sin ningún "Bravo" ni aplauso
como dando la espalda al mar
y se va
se va
para no volver
Entonces comienza el verdadero show.
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