El Piano


La semilla se avecina a la tierra.
Ella abre su negra boca suavemente

Como el peuco que se atraganta con tanta miga
o el perro que muerde el hueso infinitamente
muerdo el aire y me atraganto
de su espesura blanca

En el piano vibra una nota sin remedio
La voz, como un hilo atado a un pie
se interna en el laberinto
replicando el eco en las paredes
y en las sombras

Un suspenso envuelve la pisada sobre el cemento
se ha ido la calma
y la ciudad nos quita la piel a mordidas
esperamos que algo suceda
algo que nos rapte de la rutina
que venga rápido
con sólo presionar una tecla de escape

se desliza un pie por la puerta
cierro los ojos e invento paisajes
para las filas de ovejas
que llevan atados sus
cazadores y bárbaros
en un pequeño estuche en el pantalón

La estrella se enrojece
el piano desafinado
espera con sus teclas rotas
ser perfecto
ser suave
resonar la cuerda que sujeta
en nombre de los ausentes

Yace con su barniz negro
Arrimado a la pared
restando espacio al living luminoso
El hombre le buscaba con ansias
pero la hermana lo sacó de su lista
de bienes preciados

yo tengo miedo
de apretarme los dedos
de besar la melodia
que florece de su boca blanca y negra
de subirme al arbol
y esperar que caiga la naranja

un perro ladra y otro apoya su naríz en la ventana
la semilla se entrega al beso terrestre
al abrazo oscuro
al vientre negro

Comentarios

lichazul ha dicho que…
fuerza y carácter determinante se dejan escapar en la lectura de tus versos y que dan contundencia a la imagen tan bien rematada

muakismuakis naranja♫♫
Unknown ha dicho que…
Hermosas imágenes que hacen pensar y aunar detalles que, por si solos, parecieran no tener sentido.
Así es la vida... pequeños destellos de luces, o retazos cosidos a mano con la sapiencia o la estupidez de cada cual.

Va bien encaminado....

Amanda
Ivan ha dicho que…
Aun sin leer el título, se intuiría todo ese sentir.
Un beso,
Iván.

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