Santiago en 100 palabras
Ilustración creada por el colectivo 7 Rayas |
¡Cincuenta mil! Creo que casi me desmayé de la impresión, pero talvez fue la falta de oxígeno en la sala.
Luego vinieron las invitaciones a premiaciones en el Metro y varios años seguidos me invitaron también a participar en diversos encuentros públicos. Claro que siempre quedaba con una sensación amarga, porque sentía que a nadie le importaba realmente que yo estuviera ahí, qué me llevaba a escribir o todas las puertas que esa aparición me había abierto. Algunas veces llevé ejemplares de la revista El Puñal -que en esa época hacía junto a un grupo de amigos- para invitar a otros ganadores a participar. Pero nunca ninguno de ellos me contactó o envió algún trabajo para la revista on-line.
El año recién pasado recibí un mail de la organización donde decían que querían usar nuestros rostros para una campaña, la actual. Yo estaba en un viaje a Chiloé en esos momentos. Me pregunté si acaso no querrían gastar mejor los recursos en hacer algo diferente que no oliera tanto a propaganda. Era un presupuesto mezquino para un certámen tan famoso... pero fue una idea que no desarrollé demasiado y que olvidé mientras caminaba por hermosas sendas chilotas...
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